

Cuando nuestro pelo no están bien parece que nada funciona como debería. Y es que el cabello es una de las primeras preocupaciones de la mujer. En casa se puede hacer mucho por mantener un cabello sano, fuerte y brillante. Aunque las tijeras del profesional siempre dan el toque de estilo. La consigna de los tiempos para estar a la moda pasa forzosamente por el tinte.
El éxito de un tinte depende tanto de elegir el producto y el tono adecuado como de una buena aplicación.
Especial para novatas: En un cambio de color importante se necesita usar una coloración permanente tradicional, mezclando un tubo de crema de color con un frasco de crema reveladora. En principio, este tipo de cambios tan radicales de morena a rubio platino o a la inversa no son muy aconsejables.
Es mejor que los cambios se hagan de modo paulatino. Con los tintes permanentes resulta difícil arrepentirse y los fallos se pagan con una decoloración o un nuevo tinte y desde luego el cabello se resiente. Un color azul, rojo o plateado pueden ser perfectos si es lo que se desea realmente, pero conviene meditarlo y estar bien seguro antes de decidirse.
Elige tu color
El tinte perfecto
Objetivo: eliminar las canas. Cuando no hay mucho problemas de canas o están muy repartidas, lo mejor es la coloración tono sobre tono que cubre el 50% de canas y además aporta reflejos semiduraderos. Es una buena opción para probar. Siempre que las canas sean mayoría, lo mejor es una coloración permanente que consigue cubrir más del 50% de las canas.
Reflejos suaves. Lo justo para iluminar y dar un poco de movimiento al cabello. Cuando lo que se pretende es oscurecer o aclarar ligeramente el color del cabello, existen dos opciones: hacerlo de forma no permanente con un producto que se va a los 6 lavados o de forma más duradera con una coloración tono sobre tono.
Visto y no visto. Siempre hay mujeres con ganas de cambiar sin asumir riesgos. Las que no quieren pasar por el aro del tinte clásico y evitar así dañar el pelo, pueden tomar la alternativa de aplicar coloraciones no permanentes que se van a los 6 lavados.
Los champús color también ofrecen esta posibilidad, pero sólo actúan sobre cabellos ya teñidos y un poco dañados por la coloración. En cabellos no teñidos no hacen prácticamente nada. No tiene el poder suficiente como para modificar el color, simplemente avivan el reflejo de un cabello teñido con antelación.
Elige tu estilo
No hay que desesperarse, casi todos los problemas que afectan al cabello tienen solución. Lo primero es realizar un análisis del cabello y conocer el diagnóstico exacto. Sólo así podremos ofrecer los cuidados que corresponden para un buen mantenimiento en casa.
Para una mujer no hay nada tan desesperante como tener el pelo en mal estado. En otoño, porque suele caerse y estar más deteriorado que de costumbre. Y en cualquier otro momento porque el corte necesita un repaso urgente de estilo o quizá porque el tinte necesita un retoque...
Para las fervientes seguidoras de la melena a ultranza, tendrán que prestar atención a las puntas abiertas o la tendencia de largos y medios a descamarse. Por eso, empezamos la clase por la cabeza porque el pelo nos suele traer de idem.
Hay que empezar por ser racional, eligiendo un estilo que se adapte a la naturaleza de nuestro pelo. Si se desea colorear el cabello, habrá que poner cuidado a la hora de seleccionar el tinte y encargarse personalmente de ofrecer puntualmente los cuidados cosméticos que necesita. Si a pesar de todo la melena se nos escapa de las manos, sin duda necesitamos una cita en la peluquería.


